La cruda verdad.
jueves, diciembre 30
domingo, diciembre 12
Destino
Si alguien me pidiese escavar los primeros por-quès del querer ser artista , en esa montaña de recuerdos infantiles que està en alguna parte de mi cabeza (algo asì como entre el hipotàlamo y el Olvido), creo que la respuesta se encontrarìa seguramente en el cuadro de Picasso que mi mamà colgò en la pared de mi primer cuarto, o en los libros de arte Surrealista que tenìa mi papà, o, hay que ser sinceros, en las pelìculas de Walt Disney. .
Hey, fueron una gran fuente de inspiraciòn, no creo que solo para mì si no para una vasta generaciòn. Hablo del Disney clàsico, del Disney que dibujò las 1'324000 burbujas de la Sirenita a mano y a las princesas con ese aire Pin-up. Y bueno, al Disney actual lo respeto mucho. La mayor parte de veces sus nuevas propuestas ya no encajan con mis gustos, pero suelo olvidarme que son pelìculas dedicadas a otro tipo de niños y.. que yo ya estoy grande.
Pero!
pero, pero..
.. hoy me encontrè con una grata sorpresa por parte de la animaciòn disneyana contemporànea. Un coctel visual delicado, esplèndido, que combina dos de lo primeros motivos* de mi aproximaciòn al arte :
En 1945 Walt Disney empezò con la realizaciòn de un largometraje que debìa estar estructurado en varias historias, en una serie de cortometrajes animados.
Uno en especial, debìa combinar dibujo, ballet y la canciòn del mùsico mexicano Armando Domìnguez intitulada Destino. Un año màs tarde, Disney comisionò a Salvador Dalì la creaciòn de este cortometraje.
Al final, el proyecto quedò varado, asì como los miles de dibujos e instrucciones escritas por Dalì de su puño y letra, hasta que en el 2003 Roy Disney, nieto de Walt Disney, los encontrò dormidos en una caja vieja en las bodegas del estudio. El mismo año, junto al productor Baker Bloodworth, realizò el corto siguiendo al pie de la letra las recomendaciones del artista y digitalizò todos los fondos y demàs esbozos preparativos. Se estrenò solo hace poco en salas para gente con gusto exquisito, meñiques alzados y narices que puntan siempre al cielo..
Como podràn imaginar, el corto ya ha recibido premios a-millares-surgir y està nominado a los pròximos premios Oscar como mejor corto animado, segùn el gossip farandulero.
Què puedo decir?
Es brillante.
Aunque, me sabrà perdonar el respetabilìsimo señor Domìnguez, pero su mùsica es lo ùnico que no me cuadra del todo. Sin embargo, compartirè la versiòn original, que de todos modos se acopla bastante bien a toda la genialidad y talento de un Dalì con el màs refinado estilo Disney.
P.S. Propongo ver el cortometraje y oìr Steal Compass/Drive North/Disappear de Set Fire to Flames luego ;)
* Para los que no tienen nada mejor que hacer que leer el pie de pàgina: Solo querìa aclarar que Disney y el Surrealismo efectivamente me acercaron al mundo del arte de forma natural, pero no es en sì el Surrealismo lo que me interesa, si no el aspecto onìrico que el arte es capaz de sugerir (sin necesariamente ser surrealista) .
Hey, fueron una gran fuente de inspiraciòn, no creo que solo para mì si no para una vasta generaciòn. Hablo del Disney clàsico, del Disney que dibujò las 1'324000 burbujas de la Sirenita a mano y a las princesas con ese aire Pin-up. Y bueno, al Disney actual lo respeto mucho. La mayor parte de veces sus nuevas propuestas ya no encajan con mis gustos, pero suelo olvidarme que son pelìculas dedicadas a otro tipo de niños y.. que yo ya estoy grande.
Pero!
pero, pero..
.. hoy me encontrè con una grata sorpresa por parte de la animaciòn disneyana contemporànea. Un coctel visual delicado, esplèndido, que combina dos de lo primeros motivos* de mi aproximaciòn al arte :
En 1945 Walt Disney empezò con la realizaciòn de un largometraje que debìa estar estructurado en varias historias, en una serie de cortometrajes animados.
Uno en especial, debìa combinar dibujo, ballet y la canciòn del mùsico mexicano Armando Domìnguez intitulada Destino. Un año màs tarde, Disney comisionò a Salvador Dalì la creaciòn de este cortometraje.
Al final, el proyecto quedò varado, asì como los miles de dibujos e instrucciones escritas por Dalì de su puño y letra, hasta que en el 2003 Roy Disney, nieto de Walt Disney, los encontrò dormidos en una caja vieja en las bodegas del estudio. El mismo año, junto al productor Baker Bloodworth, realizò el corto siguiendo al pie de la letra las recomendaciones del artista y digitalizò todos los fondos y demàs esbozos preparativos. Se estrenò solo hace poco en salas para gente con gusto exquisito, meñiques alzados y narices que puntan siempre al cielo..
Como podràn imaginar, el corto ya ha recibido premios a-millares-surgir y està nominado a los pròximos premios Oscar como mejor corto animado, segùn el gossip farandulero.
Què puedo decir?
Es brillante.
Aunque, me sabrà perdonar el respetabilìsimo señor Domìnguez, pero su mùsica es lo ùnico que no me cuadra del todo. Sin embargo, compartirè la versiòn original, que de todos modos se acopla bastante bien a toda la genialidad y talento de un Dalì con el màs refinado estilo Disney.
P.S. Propongo ver el cortometraje y oìr Steal Compass/Drive North/Disappear de Set Fire to Flames luego ;)
* Para los que no tienen nada mejor que hacer que leer el pie de pàgina: Solo querìa aclarar que Disney y el Surrealismo efectivamente me acercaron al mundo del arte de forma natural, pero no es en sì el Surrealismo lo que me interesa, si no el aspecto onìrico que el arte es capaz de sugerir (sin necesariamente ser surrealista) .
miércoles, diciembre 8
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