martes, junio 15

Dear Diary: I want to cry, but I couldn't find my eyes anywhere.

Cinco dìas. Frustraciòn extrema. Querido Diario, hoy la cigüeña me trajo una càmara de fotos decente.

domingo, junio 6

Potencial Humano

- A ver. Tù quieres que te caiga a quiños.
- Màs o menos, sì..
- Ok.. yo te caigo a quiños. Pero explìcame.
- Ya te dije, es una cosa mia. Tù solo hazlo.. Todo menos la cara.

- Te quieres morir.
- No, baboso. Quiero crecer, evolucionar. Como lo hacen todos. Evidentemente, sòlo no puedo.
- Emo..


- Por què no te agarras con alguien en la calle? Te vas a La Carolina, le jodes a un par de negros y que te caigan a quiños en serio.
- No, quiero que sea controlado.

- .. y quieres evolucionar..
- Sì.
- A mi me parece una pavada.
- Ok.



- A veces me golpeo a propòsito.
- Ah sì?
- Contra un muro o algo.. un mueble. Lo hago para sentirme mejor
- Emo..
- .. Todos hacemos algo para sentirnos mejor.
- Tù te vas a sentir hecho verga depuès de esto.
- No, voy a crecer. Voy a entender un montòn de cosas.



- Coca o Pepsi?
- No sè, me da lo mismo
- Ok. Compro una Pepsi.
- Que asco.



- Quieres sufrir.. què emo eres.
- Què problema tienes con los emos? Y no quiero sufrir. Quiero crecer, ser libre.
- Y no podràs ser libre simplemente asì?
- Nadie puede ser libre, ni asì ni de ninguna manera.
- ..y tù quieres ser libre..
- Sì.


- Deberìas ir a que los negros te saquen la entrechucha.
- Prefiero un conocido
- No conoceràs ningùn negro?
- Algunos..



- Y luego te puedo tomar una foto?
- Para què quieres tomarme una foto?
- No sè. Para acordarme y cagarme de la risa luego.
- Has lo que quieras..
- Bestial!



- Y por què la cara no?
- Para que nadie ande preguntando.
- Chch, si quieres que te pegue yo, no vas a poder ni pararte, huevòn.
- Me curo ràpido, no creas.


- Oye y si me voy de ondas y te mato?
- No te vas a ir de ondas.
- Y còmo sabes?
- No tienes caràcter.




- Cuàl ha sido el cocierto màs heavy de tooda tu vida?
- No sè. Habrìa que pensarlo..


- Y?
- Ya te dije que no sè.
- Yo una vez vi en Baires un grupo de chicas que se llamaban Candy-Candy.
- Y eso es heavy?
- Sì loco! A la vocalista le falataban las piernas desde la rodilla para abajo y tocaban Death Metal.
- Yaaa.
- Se sentaba al borde del escenario y les pedìa a los huevones de abajo que le chupen los muñones.
- Y se los chupaban?
- No.
- Què triste. El nombre no les funcionò.
- Què nombre?
- Olvìdalo.

- Entonces?
- Yo una vez les vi a Canela y Chocolate en el Oriente, dàndoles shows a los petroleros.
- Y?
- Eso..

- Quiènes son Canela y Chocolate? Suena super punk.
- .. Es tecnocumbia.
- Ah. No pega.
- No..

- Oye, te pego aquì o en tu casa?
- En mi casa, aquì se hace un relajo.
- Bus?
-Taxi. Pago yo.
-Faltarìa màs.
- ..

- Oye, y si el taxi se choca?
- No se va a chocar.
- A lo mejor explota con nosotros adentro.
- No se va a chocar.
- Porque ahì sì, cagaste bro. No vas a poder ser libre, ni evolucionar ni nada de esas huevadas.
- No se va a chocar!
- Eso tù no puedes saberlo.
- Sì puedo. Puedo hacer cualquier cosa.
- Sì?
- Sì. Tengo un gran potencial humano.


Gracias Barbie

sábado, junio 5

An-Estetizaciones II



A este punto prefiero abstenerme de cualquier comentario personal. Juzguen ustedes.


Para los interesados, esta es la continuaciòn (y el tràgico final) de mi primer post sobre la An-estetizaciòn..

martes, junio 1

Ya es un año que estoy en Europa.. Los jazmines ya empezaron a florecer

Te quedas a dormir? (Fail n°I)

Me acuerdo de todo. De todo lo que no deberìa recordar. De todo lo que no deberìa hacerme sonreir. Recuerdo esa noche en particular. Estaba sobre tu cama y mi corazòn temblaba, mi cabeza iba a mil por hora, trataba de evadir el motivo por el que estaba ahì, trataba de pensar en què decir al final. Miles de recuerdos se me enmarañaban en esta cabeza dura y yo solo.. yo solo querìa olvidarlo todo.

Piensa, piensa


No pensè que terminarìamos en esta situaciòn, no imaginè que YO tendrìa que lidiar con este titànico remordimiento.

Un pañuelo de papel se me desacìa en las manos y lo notaste.


- Te pasa algo?


– me preguntaste, con esa sonrisa tan tuya, tan melosa, esa, que tenìas orgullosamente tatuada desde hace màs de media hora simplemente porque lleguè. Sì, lleguè, no sè si lleguè un poco tarde, pero lleguè, y estaba ahì, dispuesta a decìrtelo todo.


-Necesito hablar contigo


– te respondì. Despuès de todo eras mi mejor amiga. Te mirè y tu sonrisa se borrò de golpe, violenta; cerraste la puerta y te sentaste frente a mi.


- Habla


Silencio.




En ese momento lo supe: Lo sabìas. Lo sabìas, lo sabes y nunca te importò.


...Sus labios en mis labios. Sus labios en mi cuello. Sus manos en mi espalda...



- Nos...besamos


Lo dije lento, como si el alma me pesase en la lengua. Lento, como desenraigando las palabras dolorosamente del centro de mi conciencia. Lento, saboreando la culpa.. gota a gota.

Me miraste de nuevo y comenzaste a llorar. Cerrè mis ojos.


– Perdòn
– susurrè.


No me respodiste. Luego me di cuenta que yo tambièn estaba llorando. Aunque no eran làgrimas sinceras. En realidad, en lo profundo de mi ser, no querìa tu perdòn, no de alguien como tù, que me usò. Me usaste, me contabas lo que hacìas a sus espaldas. Me dejabas impotente, obligada a mentirle al amor que estùpidamente lancè entre tus brazos, obligada a acontentarme de largas conversaciones nocturnas, abrazos inocentes y te-quieros infantiles. Obligada a escuchar como èl te adoraba, obligada a tragarme la verdad y pudrirme por dentro...

...Su peso sobre mi. Mi peso sobre mis sàbanas...

...Sus labios. Sus manos...

...Mi lengua, su cuello ...


Y luego, el milagro. Esa declaraciòn que vino de la nada, me golpeò como un rayo. Esa declaraciòn tan sincera, que explotò en sus labios como lirios, un sentimiento guardado, empolvado, que salìa de su ser con la fuerza de un huracàn. Esa tarde... cuando todo empezò con un beso. Un simple beso que terminò por convertirse en el demonio que me enredò en este lìo.

Los recuerdos eran casi dolorosos, incesantes, imparables.. Hijueputamente bellos.


-Yo sabìa que esto iba a pasar.


– dijiste al fin, tratando de esconder tu voz llorosa –

Era obvio que se gustaban. Todos me lo decìan (Todos?) Pero no querìa escuchar y yo, boba, no querìa ver.


Esta vez fui yo la que se quedò en silencio.

Te secaste las làgrimas llenas de rimmel y abriste el cajòn del velador. Sacaste una cajita celeste que, supuse, contenìa los recuerdos de toda una vida. Fotos, dibujos, tarjetas, cartas... y fue, efectivamente, un paquetito de cartas dobladas cuidadosamente que dejaste a un lado. Luego abriste un frasquito de plàstico.. Solo despuès me di cuenta que eran antidepresivos. Te tragaste un par.. simples, como caramelos. Eran los que el doctor te recetò en caso que los anticonceptivos produciesen efectos secundarios. Pero tù, los anticonceptivos los habìas dejado de tomar hace un mes. Y hace un mes que no estaba èl, hace un mes que nos veìamos, y hace un mes que ya no hablàbamos. Comenzaste a leer en silencio cada una de las cartas, a romperlas. En tus manos se armò una catàstrofe de tinta, agua y sal.

...Sus manos en mi espalda. Sus manos en mis senos...


Yo no me atrevìa a mirarte. Yo solo querìa sacudirme su recuerdo, su perfume de encima. Enamorarme? Sin pensar en nadie, solo en los dos... en un mundo solo para los dos...


- Sabes lo que màs me enoja?

– Me preguntaste

–Que me haya mentido. Me dijo que me amaba. Solo le bastaron un par de dìas para irse con mi mejor amiga.


Nunca escuchè tanto odio en tu voz. Nunca. Pero sabes? En parte estaba satisfecha. Lograste que èl viniera a mi, gracias a tus caprichos de niña mimada.Sòlo, sin mover un dedo. Estaba satisfecha y confundida. Confundida por no saber por què tenìa que justificarme contigo. Por fin yo ya lo tenìa, despuès de tanto y a pesar de todo.

Somos su propio Karma.. Las cosas pasan por algo..


- Tù le quieres? Te gusta?!

– Me preguntaste sin quitarme de encima esos ojos llorosos e insoportables.


- Sì.

Admitì segura, dispuesta a revelarte lo que realmente pensaba de toda esta situaciòn, del asco que me dabas, de todas las veces que quise gritarte y golpearte contra un muro. Todas esas cosas que no te he dicho porque o soy muy diplomàtica o soy muy idiota.


– Me gusta desde hace mucho. Pero eso no importa, lo que...




No pude terminar la frase.


Algo pasò. Algo que nunca pensè que pasarìa: me abrazaste, fuerte, como antes, como siempre.


- Gracias por decirme la verdad. Por eso eres mi mejor amiga. No me importa lo que haya pasado entre ustedes dos. Mañana le llamo y le pido que volvamos...

Por cierto: Te quedas a dormir?